Durante más de 9 años (2006 a 2015) las Estaciones de carga de GNC compraron gas natural a los productores sin ningún inconveniente. Sin embargo, desde el 1º de mayo de 2016 con la Resolución MINEM 36, esa práctica se prohibió, otorgándole a las Distribuidoras de proveer el servicio completo.

Esa decisión provocó una cascada de impuestos que afectó su precio al público, logrando que el combustible escalara de $ 4 a $ 10 en promedio y provocando una fuerte crisis sectorial.

El reclamo de los expendedores y demás actores de la actividad, logró que el Ministro Aranguren retrocediera y volviera a permitir a través del Resolución MINEM 80 de 2017 que las Estaciones pudieran adquirir nuevamente el gas a las empresas en forma directa.

Sin embargo, en lugar de derogar la normativa que modificó el mecanismo probado por casi una década, se reglamentó otro complejo y de cumplimiento impracticable: respetar el mix que realiza cada Distribuidora zonal.

La otra posibilidad es comprarle a una comercializadora abonando una comisión, siendo esta última la alternativa elegida mayoritariamente por los estacioneros. No obstante se sumó otro escollo, ya que los productores no confirman los contratos argumentando que a través de esta modalidad no hay gas natural disponible para el GNC, aunque la decisión cambia si se elige la otra opción.

A pesar de esta situación, desde la consultora especializada Contegas aconsejan inclinarse por la primera alternativa ya que los operadores se beneficiarán con considerable disminución impositiva.

En ese sentido advierten que las estaciones que no hayan podido acordar con las comercializadoras  desde el 1º de mayo, fecha en que comenzó a regir la nueva normativa,  perderán cerca de $ 1 por metro cúbico vendido.