Coaching en la estación de servicio
¿Cuáles son las principales falencias de los operadores en el manejo del negocio? Higiene y limpieza del baño, selección del personal y la resistencia al cambio figuran en el podio de las principales problemáticas. La diferencia entre despachar y vender combustible.
“Coaching es el acompañamiento en tiempo real que permite verificar un desvío de las buenas prácticas en el momento para que el operador tome conciencia y realice los ajustes necesarios”, define un experto en la materia de una bandera de renombre en el país en contacto con surtidores.com.ar.
Entre los puntos débiles más frecuentes que encuentra al visitar las estaciones de servicio menciona la escasa relevancia que se le asigna a “la elección de los empleados”.
Sobre este proceso subraya verificar cuestiones técnicas y psicológicas. “Es importante hacer un test pre-ocupacional; conocer el ambiente en donde vive; hacer un estudio psicológico; revisar si registra deudas en el Veraz”, enumera.
Y agrega analizar las reacciones al momento de la entrevista de trabajo e indagar sobre gustos personales. “No hay que dejarse llevar por la primera impresión; se pierde tiempo y dinero por elegir un mal recurso”, sostiene.
Una vez que el empleado está en funciones pone el acento en controlar su accionar y predicar con el ejemplo: “Si tu jefe te permite hacer determinadas cosas lo vas a seguir haciendo. Si no cambia la cabeza, para abajo no derrama”, asegura en base a la experiencia. Y por el contrario destaca que si “un empleado se siente controlado minimiza el desvío”.
Otra falla frecuente es la no precisión de los objetivos que cada persona tiene en su puesto. “Las estaciones tienen que vender determinado cupo mensual para que sean rentables. El personal sin embargo en general no sabe lo que tiene que despachar por turno pero es muy importante indicarle: necesito que este día me vendas 10 aceites, tal producto, dos refrigerantes y trates de llenar los tanques, etc”, apuntó el especialista.
Por lo que observa en el mercado “hoy el operario despacha, no vende. Vender es que el cliente haga lo que se necesita”.
Desde el punto de vista del respeto por las normas higiene cuenta haber encontrado latas de aceite próximas a los alimentos en cocinas de las tiendas de conveniencia, alimentos perecederos a la intemperie y serios incumplimientos a las exigencias de bromatología.
Y en la playa de carga hay demoras e irregularidades para revisar los tanques: “Hoy hay un problema con los biocombustibles porque son permeables molecularmente al agua. ¿Hago las mediciones tres veces por día? Se suelen generar bacterias que perjudican la calidad del combustible y muchas veces no se realizan los controles necesarios”.
El baño, focaliza, es siempre un problema: “cada hora se tendría que verificar si está en condiciones y ante la duda habría que limpiarlo”. En la mayoría de los casos observa que este cuidado se pasa por alto.
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